A veces parece una línea delgada: ¿es posible no tener expectativas?
Me hice esta pregunta ya que visionar, o conectar con aquello que deseas para el futuro, viene acompañado de detalles, de quién dependen las acciones y hasta de fechas concretas con lo que quieres que suceda para aumentar la utilidad de esta gran herramienta.
Sin embargo, vale preguntarse ¿qué pasa cuando el resultado deseado no se hace concreto? ¿Qué haces o de dónde te sostienes al ver que “no llegas”?
Sergio Fernández dice que hay que desapegarse del resultado en el sentido de que es importante accionar para alcanzar el objetivo deseado, pero que la felicidad personal no dependa de lograrlo o no.
Es complejo, porque (y lo digo por experiencia) me puedes decir que “ese objetivo es clave para ti”, que “si no lo logro, mi vida va a ser un caos”, y así podría seguir…
Pero, qué te pasa cuando la búsqueda de ese deseo, objetivo o resultado te altera, cuando ya no estás en paz y dependes de ello para estar feliz, en armonía o lo que sea.
¿De qué te sirve ir tras aquello que deseas si no disfrutas del camino? Ojo, lo que no quiere decir que no haya trabajo, disciplina, recomienzos, dudas y ajustes; entre diversos posibles vaivenes.
Es válido tener sueños y deseos, e ir tras ellos. Eso sí, siempre que estés en paz con cada acción que hagas y te desapegues del resultado.
Tamaño desafío que vale cada intento a la hora de emprender y disfrutar de este camino.
Abrazo