Patricio nos cuenta su experiencia como emprendedor y la búsqueda de equilibrio entre el buen pasar y la calidad de vida.
Descubrir que disponer de mi tiempo y depender solo de mis decisiones era más importante para mí que un sueldo seguro a fin de mes, fue el primer paso para emprender.
Luego de pasantías universitarias en un organismo público, me recibí de contador público y –aunque allí no me contrataron y hoy lo agradezco- comencé en relación de dependencia en una empresa de Transporte de Cargas muy grande. Durante 5 años aprendí allí cosas importantes para mi profesión.
Fue entonces que un proveedor me ofreció trabajar como free lance en su nuevo emprendimiento de exportación de granos. Fue mi primer paso al trabajo por mi cuenta y una manera de crecer ya que el emprendimiento creció tanto que comencé a formar parte del negocio.
Para entonces, recuperar el IVA era lo único que mantenía de mi profesión inicial ya que participaba de la parte operativa y la toma de decisiones. Durante 7 años aprendí mucho y mis ingresos fueron buenos pero con un costo de estrés bastante elevado para lo que pretendía de la vida.
Esa experiencia me sirvió para conocer la trastienda empresarial y comercial así como para comenzar a armar mi propio emprendimiento ya que me di cuenta de que quería que me fuera bien pero no con costos personales tan elevados.
Así, mi primera inversión grande para independizarme fue el rubro inmobiliario y, aunque nunca vivía de esto, me sirvió para capitalizarme.
A los 40 fui padre e hice realidad mi deseo de una vida más tranquila. Renuncié a la exportadora y comencé a trabajar medio día con un sueldo muy básico en un estudio contable en mi especialidad de Recuperos de IVA para exportadores.
A la par comencé a buscar inversiones más líquidas que generaran renta y dependieran solo de mis decisiones. Estudié, leí y practiqué mucho en inversiones financieras y allí descubrí algo que me apasionaba más allá de los ingresos.
Desarmé la parte inmobiliaria, dejé el estudio y mi profesión de base para dedicarme íntegramente a este rubro que disfruto y me atrapa. Aun sorprendido de haber descubierto esta vocación después de los 40.
Si tengo que hablar de “fracaso” fue el haber trabajado bajo tanta presión durante muchos años sin disfrutar ni los logros económicos ni personales pero eso fue un gran aprendizaje para lo que busqué y vino después.
Si tuviera que darle un consejo a alguien que comienza a emprender es que tenga paciencia y se capacite contantemente.
Hoy soy productor de un broquer de Buenos Aires a quien le manejo una cartera de clientes y, además, llevo mis propias inversiones.
Todavía no sé adónde me lleva mi misión de marca. Me gustaría conectar con personas del rubro financiero/inversor.
Si alguien quiere contactarme, puede hacerlo a mi ws: 2615120681.