La mayoría de las veces que comienzo un proceso o trabajo con alguien aparece la ansiedad por querer todo para “ya”.
Más allá de que la inmediatez es la tendencia del momento, la pregunta es cuánto estamos dispuest@s a atravesar para llegar a ese resultado. Y digo atravesar porque el tiempo pasa y los resultados inmediatos no existen.
Al querer todo ya, surge la ansiedad, la frustración y la idea de desechar acciones por creer que no sirven, pero sin haberles dado tiempo para madurar o ver qué pasa.
Traigo esto porque soy la primera en querer resultados, en buscar ahorrar tiempo y pasos… O sea, porque entiendo las ansiedades como poc@s, pero no por eso las apoyo.
Esta ecuación de pensar/ planificar + decir/ comunicar + concretar/ accionar, es simple si le damos espacio.
Mi insistencia en diseñar el paso a paso, cuáles van a ser los objetivos a corto plazo y qué acciones se requieren, tiene que ver no solo con lograr lo que queremos sino con vivir el proceso con la menor ansiedad posible.
Puedo acompañarte en ese camino y reírnos junt@s de los resultados (no) inmediatos.
Abrazo