Soy Gise Carniello y toda mi vida trabajé de forma independiente. Si me pongo a pensar me doy cuenta de que no fue una elección consciente pero siempre me gustó generar proyectos.
Inquieta y curiosa desde que tengo memoria, he elegido los desafíos. Estudié la carrera de Publicidad y, ya en segundo año, sentí la necesidad de combinar el arte de las palabras (mi otra gran pasión) por lo que me anoté en la carrera de Letras. Durante 3 años mantuve las 2 carreras en paralelo. De alguna manera siempre sentí que eran un gran complemento. Mi creatividad se veía nutrida permanentemente por la literatura que elegía consumir (porque elegía las materias que quería cursar y fui por varias corrientes literarias).
Al finalizar la carrera de Publicidad llegó a mi vida el maravilloso mundo de la radio. En general, me he considerado tímida, pero la radio fue amor a primera vista. Me sedujo desde el primer instante por lo que colaboré con diferentes proyectos y tuve la fortuna de crear productos radiales con amigas entrañables, donde la magia de la radio se mezclaba con las risas y las complicidades.
Durante varios años tuve la fortuna de entrevistar a muchos artistas tanto mendocinos como del resto del país y hasta del mundo. El formato de la entrevista era el que más cómodo me quedaba ya que me gustaba generar espacios de intimidad donde una buena conversación fuera posible.
Y así fue que en 2009 llegué a un taller de Coaching Ontológico. Sentía que mi vida estaba perdiendo sentido, necesitaba un cambio, dar sentido a lo que hacía.
Ese taller resultó una bisagra en mi vida y al año siguiente decidí formarme como Coach Ontológico Profesional. Tuve la enorme fortuna de dar con profesionales maravillosos que me brindaron una formación impecable y tremendamente potente.
Al finalizarla ya estaba decidida a dedicarme al coaching y así lo hice. Al principio llena de dudas y de miedos pero con la seguridad interna de que era mi camino.
Creo que esa es una de las claves para emprender: la certeza interior. El corazón latiendo fuerte por un sueño y la contribución que este sueño significa. Porque toda misión incluye al otro y, entonces, el servicio es el motor fundamental para emprender.
Emprender no es una cuestión de ego ni de vanidad sino una elección que se hace todos los días con mucha consciencia y muchísimos riesgos posibles; ninguno más riesgoso que quedarse con las ganas de haberlo intentado.
Hasta hoy, y estoy segura de que me acompañará de por vida, la curiosidad es una de mis banderas. Siempre quiero saber más, conocer más, aprender más, incorporar más. Mientras siga viva esa chispa será un motor fundamental.
Esa curiosidad me lleva, a diario, a profundizar en mis propios paradigmas, en mis trabas y dificultades para luego volcar esa experiencia al acompañamiento que -como coach- sostengo cada día.
Emprender es vivir las experiencias porque más allá de leer muchas reseñas hay un aprendizaje que sucede en el hacer y eso resulta clave a la hora de movernos en el mundo de la innovación.
Dar nuestro sello personal y mejorarlo día a día.
Creo que esa es la clave así como empezar cada día como si fuera el primero y también el último porque, a cada momento, se nos presentan decisiones y es necesaria la consciencia absoluta para tomarlas.
El error será parte, y si, lo más probable es que duela, y mucho. Pero emprender es un viaje de ida, un viaje de vida, un viaje hacia lo mejor de cada uno.
Hoy mi vida me vuelve a interpelar y a desafiarme. El desafío y yo ya somos grandes amigos, nos conocemos bien. Hoy estoy apostando por un giro en mi propuesta laboral, un libro taller de autoconocimiento y autoliderazgo. En breve podré dar más información… por ahora está en plena gestación.
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