Tener una misión para sostenernos

Me llamo Diana Chiani, soy licenciada en Comunicación Social y Coach Ontológico Profesional. Hace unos años decidí combinar dos pasiones (escribir y potenciar a las personas) para darle vida a Mil y un Relatos. Coaching y comunicación para crecer y crear. Se trata de un proyecto en el que utilizo todas las posibilidades que da el coaching con las que brinda la escritura reparadora. El fin es que las personas alcancen sus metas, comprendan y procesen sus emociones o vivan con mayor armonía interior en función de los desafíos que ellos y la vida proponen.

Los que quieran más información sobre mí pueden encontrarme en www.milyunrelatos.com y –con el mismo nombre- también en Instagram y en Facebook.

Mi elección de emprender fue, al principio, un tanto inconsciente ya que lo único que sabía que era que no quería seguir trabajando como periodista en un diario. Fue el día en que sentí que ni yo podía aportar más a ese espacio ni ese lugar podía darme nada a mí (por suerte nos dimos mucho). Y sin más planes ni certezas que hacer lo que tenía corazón, me fui para emprender en el mundo del coaching ontológico (el que promueve la transformación del ser).

En los tres años que llevo de proceso, tuve dos grandes aprendizajes. El primero –con el que aún lidio- es la incertidumbre de no contar con un sueldo fijo mezclado con el saber de que este es mi camino elegido y que difícilmente podría elegir transitar otro. El segundo tiene que ver con lo que yo llamo mis “dones”, con haber descubierto cosas de mí que nunca pensé que habría sido capaz de gestionar o de animarme a hacer. Otro gran aprendizaje, en el camino desordenado que comencé, tuvo que ver con la importancia de ordenar adónde quiero ir y cómo puedo servir –concretamente- a los demás con lo que yo hago.

Con respecto a mi misión de marca, Mil y un relatos me lleva a abrir espacios para que las personas puedan ver que lo que se dicen a sí mismos es sólo una mirada posible, un cuento que nos contamos y que podemos construir otros guiones que nos acerquen a lo que realmente queremos lograr. Para ello es necesario darse el permiso y saber que no hay magia en estos procesos.

Si pudiera dar algún consejo a quienes están emprendiendo es que –antes de arrancar, de renunciar al trabajo fijo o de hacer lo que sea- se tomen un tiempo para trabajar en su misión de marca así como en su visión y misión de vida. Creo que son dos pasos fundamentales para saber adónde queremos llegar pero también para sostenernos en nuestra pasión cuando aparecen los momentos difíciles, que todo emprendimiento tiene.

Encontrar aliados, cooperar, estar abiertos al aprendizaje y saber que hay cosas que no saldrán como esperamos son otros aprendizajes que he tenido en este camino que pretendo continuar y potenciar en mi vida.

Por Diana Chiani – Mil y un relatos