Una marca con un sentido mágico

Mi nombre es Ana, soy española y vivo en Bariloche, Argentina. Soy Coach Ontológico Profesional Avalado, Entrenadora Deportiva Personal y Grupal y Técnico Superior en Dietética y Nutrición. ¿Ustedes creen que yo, Ana soy eso? Algunos dicen que soy una persona alegre, divertida, entusiasta, apasionada, resiliente, guerrera, inquieta, servicial, con ansias de aprender y compartir mi aprendizaje.

Me resuena todo ello, pero ¿soy realmente esa persona qué observan los demás? Ana, va mucho más allá que unos títulos o unas etiquetas las cuáles pueden o no hacerme sentido. Aún sigo en mi búsqueda y voy paso a paso encontrándome con mi SER interior; cada paso que doy me doy cuenta que vine a dejar mi huella en este mundo de una forma u otra. Para ello me puse manos a la obra y pude unir mis experiencias en todos los ámbitos de mi vida lo que dio el fruto de mi linda transformación personal y laboral logrando tener mi propio emprendimiento Ana Coaching & Movimiento con el hermoso acompañamiento de ei&art.

Ella pudo leerme y transcribir todos mis aprendizajes, experiencias y procesos de vida para regalarme una marca con la que me siento identificada y todo lo que escondía mi nombre sin saberlo.

Toda mi vida estuve y sigo estando conectada con el servicio a los demás en diferentes ámbitos de mi vida, incluso desde mi niñez, sin haberme dado cuenta de que esa es mi misión en la vida. Conectada siempre con mi intuición, con lo energético, espiritual -desde niña- sin saber ponerlo en palabras pero confiando en todo aquello que percibía y me pasaba, aunque a veces con miedo de verlo tan claro y qué los demás no pudiesen.

Pasé parte de mi vida inquieta, buscando qué hacer y quién ser, que aprender, qué rumbo tomar, y sigo conectada con ello. Siempre me gustó bailar, cantar y quise hacer la carrera de bailarina pero tenía 19 años y era demasiado grande para entrar al Instituto del Teatro de Barcelona, teniendo en contra a mi familia. Pero aún así, escuché a mí yo interior y desafié mi modelo mental familiar de que eso no era una carrera y qué me moriría de hambre siendo artista.

Me fui formando en escuelas privadas en diferentes disciplinas de la danza. Un tiempo después me fui formando en el área deportiva, pero siempre sentía que me faltaba algo y comencé a estudiar nutrición para tener más conocimientos y poder acompañar a las personas también en ese ámbito totalmente compatible con lo deportivo.

Trabajando paralelamente como promotora, vendedora, coordinadora de equipos de ventas, camarera,…mientras estudiaba todo el tiempo. Un área que también me gustaba, la atención y el servicio al cliente, tener equipos de trabajo, tener la capacidad de coordinarlos, formarlos, delegando tareas y lograr resultados. Y se me daba bien, pero lo más importante es que en todo le ponía mi impronta y mi huella personal.

En todo lo que emprendo o hago le pongo mucho entusiasmo, alegría y una magia que me nace desde lo más profundo de mí ser; pero debo reconocer que siempre me dio miedo emprender algo propio. Mi energía contagia a las personas que me rodean sin entender en qué momento ocurre y cómo logro tener tanta convocatoria en todo lo que propongo.

Conecto siempre con la naturaleza, el juego, la transformación, los seres mágicos, cómo una niña que nunca quiere crecer y perder esa inocencia que perdemos al hacernos adultos. Conectada siempre con el devenir y la magia de la vida a través del continuo movimiento en todos sus sentidos y la percepción de los mismos, pese a momentos duros en mi vida, de los cuáles pude valorar más tarde que me dejaron un gran aprendizaje.

En un momento crítico de mi vida, me había separado de mi pareja y no sabía si quedarme en Mendoza o volverme a mi tierra natal, Barcelona, dado que estaba sola sin mi familia, aunque tenía trabajo y muchos amigos queridos. En esa disyuntiva en el medio de mi duelo y sin tener un rumbo claro, sin encontrarle un sentido a mi vida, después de varios acontecimientos familiares y personales, apareció el coaching en mi vida a través de un amigo y alumno querido de un gimnasio en qué trabajaba. Y a partir de ahí aparecieron personas maravillosas que me dieron la oportunidad de poder formarme cómo Coach Ontológico, como fue Julieta Valls.

Fue una transformación enorme en mi vida y por fin pude ver muy clara mi misión conectada con mi propósito de vida y mi visión.

Pude atreverme a emprender mi marca pese a todos mis miedos teniendo en cuenta la responsabilidad de emprender y salir al ruedo con algo propio y con mi sello personal.

Una marca que para mi tiene un mágico sentido, dado que he podido integrar mis experiencias de vida, mis aprendizajes, estudios y mi pasión al servicio del mundo.

Así que ahora entreno y acompaño a las personas a través del movimiento consciente para empoderarse y lograr un bienestar integral.

Mi filosofía de vida es: “El movimiento es vida, así que muévete si quieres sentirte vivo “
“Aprendamos de la Naturaleza y entreguémonos al devenir de la vida”.

Pueden encontrarme en Instagram y Facebook como @ana.coachingymovimiento